
La noticia sobre el millonario fraude en la Corporación Municipal de La Serena resalta cómo las boletas de honorarios continúan siendo, sin lugar a dudas, una de las principales vulnerabilidades en la gestión de riesgos y compliance dentro de las organizaciones. Este caso, además, revela un esquema bien articulado en el que, debido a la falta de controles adecuados, se permitió el desvío de fondos públicos mediante boletas de honorarios por servicios inexistentes. Como resultado, se produjo un perjuicio fiscal de 800 millones de pesos. Este incidente, en consecuencia, permite visualizar claramente el eslabón débil del compliance: las boletas de honorarios y su gestión en el sector público.
¿Por qué sigue ocurriendo este tipo de fraude?
Las boletas de honorarios, al no estar sujetas a los mismos niveles de validación que otros tipos de contrataciones, se han convertido en un verdadero punto ciego dentro del compliance. Además, la ausencia de herramientas automatizadas de control y la dependencia de procesos manuales no solo facilitan la comisión de fraudes, sino que también dificultan enormemente su detección a tiempo.
¿Cómo podemos prevenir estos riesgos?
En biin.lat creemos firmemente que la tecnología es la clave para mitigar estas vulnerabilidades. De hecho, la automatización de procesos, junto con la gestión de boletas de honorarios integrada al SII y el uso de herramientas de trazabilidad y auditoría, puede marcar una gran diferencia entre una gestión eficiente y una crisis financiera y reputacional.
Este caso, por lo tanto, debe servir como una alerta para todas las empresas y entidades públicas. En este contexto, no basta con confiar únicamente en los procedimientos tradicionales; es absolutamente necesario fortalecer los controles mediante soluciones tecnológicas avanzadas que minimicen los riesgos y, de este modo, protejan los recursos de la organización.